El impacto de la política lingüística en la salud: una llamada de atención
Más allá de las palabras: cuando el idioma afecta la salud
La política lingüística no es solo una cuestión cultural o identitaria, sino que puede tener consecuencias directas en la salud de la población. La limitación del uso de una lengua en determinados ámbitos puede dificultar la comunicación entre pacientes y profesionales sanitarios, con efectos negativos en el diagnóstico, el tratamiento y el bienestar general.
Comunicación eficaz: una necesidad, no un lujo
Los sistemas de salud funcionan mejor cuando los pacientes pueden expresarse en su lengua materna. Algunas de las consecuencias de no garantizar esta comunicación efectiva incluyen:
– Errores en la comprensión de síntomas y antecedentes médicos.
– Dificultades para seguir tratamientos y recomendaciones.
– Incremento del estrés y la ansiedad en pacientes.
El riesgo de la exclusión sanitaria
Si las políticas lingüísticas imponen barreras, se genera un problema de accesibilidad. Esto no solo afecta a las personas mayores y a quienes tienen menor dominio del idioma oficial, sino también a colectivos que dependen de información clara para preservar su salud.
Un llamado a la reflexión
La política lingüística debe priorizar el bienestar de las personas. Garantizar una atención sanitaria inclusiva, donde el idioma sea una herramienta y no un obstáculo, es clave para una sociedad más justa y saludable. La salud está por encima de cualquier debate lingüístico. Asegurémonos de que todos puedan acceder a ella sin barreras.