Salud mental: una deuda pendiente en la sanidad pública
¿Por qué aún no se prioriza la salud mental?
El acceso a una atención psicológica adecuada sigue siendo una carrera de obstáculos en el sistema sanitario público. Listas de espera interminables, falta de recursos y una visión aún fragmentada de la salud mental relegan a miles de pacientes a la desesperanza.
El impacto en quienes más lo necesitan
Historias de personas que buscan ayuda y solo encuentran puertas cerradas son demasiado frecuentes. Algunos pacientes han sido enviados de vuelta a casa sin una atención inmediata, incluso cuando han expresado pensamientos suicidas.
Las principales barreras
Existen tres grandes problemas que dificultan el acceso a un tratamiento adecuado:
– **Déficit de profesionales**: En muchos países, los psicólogos y psiquiatras del sistema público son insuficientes para cubrir la demanda creciente.
– **Tiempos de espera desbordantes**: Conseguir una cita puede tardar meses, un tiempo que, para muchos, es insostenible.
– **Estigmatización social**: Aún persisten prejuicios que hacen que muchas personas duden en pedir ayuda antes de que su situación empeore.
La urgencia de cambios estructurales
No podemos seguir considerando la salud mental como un problema secundario. Es hora de que los sistemas sanitarios refuercen su compromiso mediante más inversión en recursos, personal especializado y un enfoque que priorice la prevención y el acceso rápido a tratamientos.
Más allá de los diagnósticos: una mirada empática
Cada paciente es una historia, una lucha por ser escuchado y comprendido. Es momento de que la sanidad pública dé un paso al frente. La salud mental no puede seguir esperando.